En primer lugar decir que el daño que puede producir una onda es directamente proporcional con su frecuencia, a mayor frecuencia mayor es el daño que produce. Los primeros móviles GSM trabajaban en la banda de 900 MHz, y en la actualidad se ha habilitado una banda más en 1.800 MHz. La telefonía móvil de tercera generación (UMTS) funcionará inicialmente en la banda de 2.100 MHz.
Nuestro cuerpo no absorbe las bajas frecuencias, sin embargo, en altas frecuencias nuestra piel si absorbe estas frecuencia teniendo como efecto el calentamiento de la zona incidente. Decir que nuestras células que forman la piel empiezan a morir a los 42ºC y los 45ºC se aprecia un aumento en la muerte de nuestro tejido.
En la actualidad, los límites de radiación recomendados por distintos organismos oficiales han sido establecidos teniendo en cuenta únicamente los efectos térmicos de las radiaciones electromagnéticas, que son los únicos que han sido demostrados con evidencia en la actualidad.
Por debajo de los límites de radiación establecidos, los efectos térmicos de la radiación electromagnética son contrarrestados sobradamente por los mecanismos de regulación de la temperatura del cuerpo humano.
Sin embargo, hoy en día la controversia está centrada en posibles efectos no térmicos de los campos electromagnéticos. A menudo se considera que dado que la telefonía móvil tiene escasos años de existencia, los efectos médicos de los campos electromagnéticos no han sido estudiados hasta hace poco tiempo.
Por no podemos asegurar con totalidad que estas ondas afecten nuestro organismo, pero lo que estamos seguro es que hacen efecto en nuestro organismo.
Un abrazo y hasta pronto!!!
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